martes, 14 de julio de 2015

Io per guarirmi dei miei noiosi amori - Patrizia Cavalli





IO PER GUARIRMI DEI MIEI NOIOSI AMORI

Io per guarirmi dei miei noiosi amori
ascolto i noiosissimi racconti
di altri amori. Pur nella noia
il dolore è vero, ma per un po' lo vedo
in queste storie simili irreale
e mi sottraggo al mio perché è uguale.

Pensando a questo mi pento e mi vergogno
di aver sforzato con parole e pianti
i cuori calmi di chi mi stava intorno.
Ora capisco che è una presunzione
con abitanti di climi temperati
parlare di ghiacciai e di amazonie.






Con esta boca, en este mundo - Olga Orozco






CON ESTA BOCA, EN ESTE MUNDO

No te pronunciaré jamás, verbo sagrado,
aunque me tiña las encías de color azul,
aunque ponga debajo de mi lengua una pepita de oro,
aunque derrame sobre mi corazón un caldero de estrellas
y pase por mi frente la corriente secreta de los grandes ríos.

Tal vez hayas huido hacia el costado de la noche del alma,
ese al que no es posible llegar desde ninguna lámpara,
y no hay sombra que guíe mi vuelo en el umbral,
ni memoria que venga de otro cielo para encarnar en esta  dura nieve
donde sólo se inscribe el roce de la rama y el quejido del viento.

Y ni un solo temblor que haga sobresaltar las mudas piedras.
Hemos hablado demasiado del silencio,
lo hemos condecorado lo mismo que a un vigía en el arco final,
como si en él yaciera el esplendor después de la caída,
el triunfo del vocablo con la lengua cortada.

¡Ah, no se trata de la canción, tampoco del sollozo!
He dicho ya lo amado y lo perdido,
trabé con cada sílaba los bienes que más temí perder.
A lo largo del corredor suena, resuena la tenaz melodía,
retumban, se propagan como el trueno
unas pocas monedas caídas de visiones o arrebatadas a la oscuridad.


Nuestro largo combate fue también un combate a muerte con la muerte, poesía.
Hemos ganado. Hemos perdido, 
porque ¿cómo nombrar con esa boca,
cómo nombrar en este mundo con esta sola boca en este mundo con esta sola boca?






Todos los elegíacos son unos canallas - Gonzalo Rojas





TODOS LOS ELEGÍACOS SON UNOS CANALLAS 

Acabo de matar a una mujer 
después de haber dormido con ella una semana, 
después de haberla amado con locura 
desde el pelo a las uñas, después de haber comido 
su cuerpo y su alma, con mi cuerpo hambriento.

Aún la alcoba está llena de sus gritos, 
y de sus gritos salen todavía sus ojos.
Aún está blanca y muda con los ojos abiertos, 
hundida en su mudez y en su blancura, 
después de la faena y la fatiga.

Son siete días con sus siete noches
los que estuvimos juntos en un enorme beso, 
sin comer, sin beber, fuera del mundo, 
haciendo de esta cama de hotel un remolino 
en el que naufragábamos.

Al momento de hundirnos, todo era como un sol
del que nosotros fuimos solamente dos rayos, 
porque no hay otro sol que el fuego convulsivo 
del orgasmo sin fin, en que se quema 
toda la raza humana.

Éramos dos partículas de la corriente libre. 
Con el oído puesto bajo ella, despertábamos 
a otro sol más terrible, pero imperecedero, 
a un sol alimentado con la muerte del hombre, 
y en ese sol ardíamos.

Al salir del infierno, la mujer se moría
por volver al infierno. Me acuerdo que lloraba 
de sed, y me pedía que la matara pronto.
Me acuerdo de su cuerpo duro y enrojecido, 
como en la playa, al beso del aire caluroso.

Ya no hay deseo en ella que no se haya cumplido.
Al verla así, me acuerdo de su risa preciosa, 
de sus piernas flexibles, de su honda mordedura, 
y aun la veo sangrienta entre las sábanas, 
teatro de nuestra guerra.

¿Qué haré con su belleza convertida en cadáver? 
¿La arrojaré por el balcón, después 
de reducirla a polvo? 
¿La enterraré, después? ¿La dejaré a mi lado 
como triste recuerdo?

No. Nunca lloraré sobre ningún recuerdo, 
porque todo recuerdo es un difunto 
que nos persigue hasta la muerte.
Me acostaré con ella. La enterraré conmigo.
Despertaré con ella.  





De estética infantil - José María Eguren





DE ESTÉTICA INFANTIL

El pensamiento del niño es rara vez superficial. Libre de prejuicios y dudas que lo desvíen, el niño es una flor poética que da todo su perfume. En este sentido es un modelo estético en el concepto actual significativo de la virtud integral del espíritu que se da totalmente en un acto y en todo momento. Es modelo estético por su contenido de belleza, por su principio de vida y su alegría. El estado de contento es la verdadera existencia porque el dolor destruye y es originario de muerte. El niño es nueva vida; una ascensión. Su espíritu vuela para percibir el conocimiento, con la curiosidad de lo ignoto, pues cada descubrimiento es para él una maravilla. Como un despertar, abre los ojos a la mañana de la luz y mira un mundo fantasmagórico de colores vivientes, de ensueños mágicos y perspectivas encantadas. Su pensamiento es la libélula azul que va de flor en flor. Trata de destruir: porque el principio de vida es destructor; la vida nace y palpita a causa de muchas muertes. Pero en el niño este mal es inconsciente. Su vida es pura como del aire y la aurora. Su mal es una harmonía de fuerzas ignoradas. El niño tiene la virtud de los elementos simples; es como la tierra apta para el sembrío, pero su alma transparente es también un aire leve, un viento que se va. William James estudia al niño como la más profunda entidad de vida. Emerson le confiere igual prestancia. El niño es la voluntad primordial, la voluntad directa. Aunque el sentimiento es independiente de la facultad volitiva, en el niño la pasión es voluntaria. Voluntad de sentir, voluntad de acción y de querer son connaturales del niño como lo son el juego y la carrera. El niño corre hacia lo desconocido: corre con sus ensueños; se diría que vive siempre corriendo; cuando se cae se levanta, olvida las sinuosidades del camino de igual manera que los rencores. Su impulso va siempre directo a la belleza: es únicamente estético. Pero los panoramas de su fantasía deben contener la bondad, la bondad que es nobleza, no falta de energía. El corazón conmovido ante el dolor ajeno; el valor gentil cuando crea y no destruye, la galantería que afina el alma, y que forma al hombre, al caballero de toda la vida. El niño despierta a la curiosidad, sigue su carrera de colores, cada detalle es una sorpresa, un cuento encantado, cuyo recuerdo lo llevará a la imitativa y creación. Pero el niño es creador en los momentos; cada juego, cada inventiva, cada travesura es un arte viviente. El niño es un movimiento de arte, un dinamismo estético. Como la estética es la ciencia de corazón, se debe cultivar el corazón del niño en ruta de energía, libertad y nobleza; en el campo de lo bello que afina el alma y enaltece al hombre. Para el niño es necesario vivir en belleza; porque le da un concepto optimista de la vida, que constituye una fuerza. Quien vive en belleza concibe pensamientos hermosos que encienden el amor de humanidad y el crisol del arte. Hay que descubrir en el niño su primer valor anímico y habituarlo a él. La vida es un complejo de hábitos disímiles, al punto que al término de ella hemos vivido nuestros hábitos. Para que sean hermosos en el niño, para su bien individual y colectivo precisa encauzarlos por el miraje estético de bondad, energía y belleza.





Juego - Blanca Varela





JUEGO 

entre mis dedos
ardió el ángel





La brevedad del haiku - Javier Sologuren





La brevedad del haiku - Javier Sologuren



Hablar de la poesía tradicional y clásica del Japón es referirse a la tanka y al haiku, y por consiguiente a una de sus características comunes, aquella que se impone de inmediato: la brevedad. Treinta y una  sílabas en un caso y diecisiete en el otro, con arreglo a una estructura de cinco versos (5, 7, 5, 7, 7) y de tres (5, 7, 5), respectivamente. Una sustancia verbal, pues, de una notable parquedad. Pero esta es solo una de sus notas peculiares que por sí misma no la distinguiría, por ejemplo, de un viejo cantarcillo español que dice de la derrota y muerte de un célebre capitán moro:

  En Cañatañazor
                   perdió Almanzor
  el atambor.

Exactamente, tres versos distribuidos en 7, 5 y 5 sílabas. La misma extensión silábica de un haiku, pero qué distante de este. No es la brevedad lo que hace que un haiku sea lo que es, inclusive hay poemas de menos sílabas (que, por otra parte, no constituyen una especie poética) como el asombrado y asombroso «M'illumino / d'immenso» del gran poeta italiano Giuseppe Ungaretti, por citar una sola muestra. Este grande y minúsculo poema sí participa de una de las mayores características del haiku: la intensa fuerza emocional, en el umbral de la exclamación misma, del «¡oh!» indecible y súbito:

  Hay alguien, me pregunto
  sin el pincel en la mano,
                   ¡la luna esta noche!
                                   (Onitsura)





Soledad - Elena Martín Vivaldi





SOLEDAD

Y era un silencio duro como piedra;
un silencio de siglos.
Era un silencio adusto, impenetrable;
un silencio sin venas.
Era un dolor de amor, hecho de largas
noches sin el amado.
Hecho de fieles manos que se tienden
estremecidas, solas.
Era una voz dormida entre las sombras,
unas lágrimas secas.
Febril temblor de labios, una loca
esperanza desierta.





I'm nobody! Who are you? - Emily dickinson





I'M NOBODY! WHO ARE YOU?

I'm nobody! Who are you?

Are you nobody, too?
Then there's a pair of us — don't tell!
They'd banish us, you know.

How dreary to be somebody!

How public, like a frog
To tell your name the livelong day
To an admiring bog!





Io lo ricordo, amata, io lo ricordo - Sergej Aleksandrovic Esenin





IO LO RICORDO, AMATA, IO LO RICORDO 

Io lo ricordo, amata, io lo ricordo,
lo splendore dei tuoi capelli;
non fu allegra vicenda, né leggera,
per me labbandonarti.

Delle notti autunnali mi ricordo,
del murmure nellombra di betulle:
e se allora più corti erano i giorni,
più a lungo dava luce a noi la luna.

Ed io ricordo che tu mi dicevi:
“Questi anni azzurri se ne andranno via,
e tu, mio amato, dimenticherai,
per sempre, per unaltra”.

Ma oggi il tiglio che va rifiorendo
di nuovo ha ricordato ai sentimenti
come teneramente cospargevo
a quel tempo i tuoi riccioli di fiori.

E il cuore, non disposto a raffreddarsi,
e amando unaltra con malinconia,
va ricordando con quellaltra te,
come un lungo racconto prediletto.





Mon rêve familier - Paul Verlaine





MON RÊVE FAMILIER

Je fais souvent ce rêve étrange e pénétrant
D’une femme inconnue, et que j’aime, et qui m’aime,
Et qui n’est, chaque fois, ni tout à fait la même
Ni tout à fait une outre, et m’aime et me comprend.


Car elle me comprend, et mon cœur, transparent
Pour elle seule, hélas ! Cesse d’être un problème
Pour elle seule, et les moiteurs de mon front blême,
Elle seule les sait rafraichir, en pleurant.


Est-elle brune, blonde ou rousse ? — Je l’ignore.
Son nom ? Je me souviens qu’il est doux et sonore
Comme ceux des aimés que la Vie exila.


Son regard est pareil au regard des statues,
Et, pour sa voix lointaine, et calme, et grave, elle a
L’inflexion des voix chères qui se sont tues.